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Conocemos a Francoise Gilot, en primera instancia porque fue una de las última amantes de Picasso, además de la madre de sus dos hijos Paloma y Claude, pero también la conocemos porque es una gran pintora.
Antes de conocer al famoso pintor, inició su formación como abogada, debía seguir los pasos que su familia había dictado para ella, pero tras conocer al pintor Picasso, se vio fascinantemente atrapada por el mundo de la pintura y del arte por eso cambió el rumbo de su vida para dedicarse de pleno a la pintura.
De la mano de Picasso tuvo la oportunidad de conocer a grandes pintores amigos y no tan amigo de este, conoció a galeristas, marchantes de arte, conservadores, etc. Parecía como si las puertas de ese mundo, tan complejo que es el del arte, estaban abiertas de par en par para ella, podría aprender, experimentar y vivir de su nueva pasión, la pintura. Pero esas puertas se le cerraron cuando decidió abandonar a su tortuoso amante con el que había tenido dos hijos.
Cuando comenzó su relación con Pablo Picasso , ella misma dijo, “sabía que irme a vivir con él podía ser una catástrofe, pero decidí que se trataba de una catástrofe que no quería perderme.” para terminar diciendo que “el amor para Picasso era principalmente físico y posesivo, nada que ver con dar… Las mujeres de Picasso son como las siete esposas de Barba Azul, una sabe que las otras están allí colgadas de la pared ¡y que finalmente también a una le ocurrirá lo mismo!”.
Francoise, había sido la única mujer ,( que conozcamos) que había abandonado a Picasso, por eso él, aunque se piensa que ya antes de terminar su relación con Francoise mantenía otras relaciones amorosas, no soportó ser abandonado y desplegó toda su influencia negativa para que nadie comprase las obras de la pintora.
Picasso, dicen que no regalaba absolutamente nada, que ni tan siquiera un pequeño garabato suyo, antes los quemaba que dejarlos libres para que alguien que no fuese él pudiese sacarles algún rendimiento económico.
Cuando se fue del lado de Picasso, Francois aseguraba que le había regalado este retrato. Ella lo quiso vender para con ello tener algunos ingresos, tengamos en cuenta que cuando abandonó a Picasso se llevó a sus hijos y el pintor nunca se hizo cargo de los niños, a pesar de ello Picasso no quiso permitirle dicha venta, alegando que nunca se lo había regalado.
En 1964, Gilot publicó “La vida con Picasso”. Todo lo que recaudó con este libro, lo utilizó para iniciar una batalla legal a fin de que sus dos hijos y el resto de hijos no legítimos del pintor, fuesen reconocidos como herederos suyos.
Francoise Gilot al abandonar a Picasso, fue vetada por galeristas, marchantes de arte, etc, pero pese a todo ello salió a flote,. Y por ello, la admiro y no me cansaré de retratarla.